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La Escuela de Medicina de LUZ es la que más cupos ofrece en el país
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- Última actualización el miércoles, 06 junio 2012 20:38
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En 2007 ingresaron 1800 bachilleres, en 2011 solo 550. La disminución se debe a la falta de presupuesto para reponer personal y a las limitaciones de infraestructura en los salones y hospitales
Gusmán Daboín Balza
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| Pachano afirma que no hay presupuesto para reponer los cargos de profesores jubilados. Foto: Ánthony García |
Medicina fue la carrera más demandada en el proceso de admisión a LUZ de 2010 con 3572 solicitudes en la primera opción. Esta cifra forma parte de los 17 mil aspirantes a esa carrera por año en todo el país. Sin embargo, la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia cuenta con infraestructura y planta profesoral para atender adecuadamente a solo 400 bachilleres, por lo cual fue obligatorio reducir el número de cupos asignados este año: atenderán con sacrificio a 550 nuevos ingresos.
Tal decisión se debe a que el currículo de Medicina tiene alto contenido práctico, que únicamente puede ser enseñado de manera eficaz si la cantidad de alumnos por docente es baja, según explica Freddy Pachano, director de la División de Posgrado de Medicina.
En las materias básicas es ideal tener 10 alumnos por profesor para enseñar los contenidos con precisión; sin embargo, se pueden llegar a manejar números más altos y se tienen hasta 60 o 65 en un cubículo pequeño, lo que lleva a la decadencia de la enseñanza.
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| El decano de Medicina, Sergio Osorio, explicó que, en vista de que había muchos estudiantes AMA, se habilitaron 130 cupos más. Foto: Ánthony García |
En los últimos años, en esta facultad se viene promoviendo la disminución de las asignaciones exageradas: en 2007 fueron 1800 asignados; en 2008 bajó a 1200; en 2009 ingresaron alrededor de 800, el doble de lo que se puede manejar; y en 2010 fue necesario admitir a 550 bachilleres, apenas un 15 por ciento del número de demanda.
No obstante, en comparación con las otras escuelas de Medicina del país, la de LUZ sigue liderando en asignación de nuevos admitidos. En la Universidad Central de Venezuela, con dos escuelas más grandes en infraestructura y profesores, ingresan 500 estudiantes por año, 250 en cada una; en la Universidad de Los Andes son 220; en la Universidad de Oriente, 300; y en la Universidad de Carabobo, la segunda con mayor admisión, 400 personas.
El decano de la facultad, Sergio Osorio Morales, explica que, como ocurre con todas la asignaciones a LUZ, el 30 por ciento de los cupos es otorgado por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu) y el 70 restante se administra mediante el proceso de admisión. En un principio se pensó admitir solo a 400, pero, en vista de que había muchos estudiantes AMA con promedio de 19 puntos, la administración de la facultad tomó la decisión de habilitar aproximadamente 130 cupos.
Época de oro
| La facultad no vende cupos | |
El decano Sergio Osorio llama a denunciar si existe la venta de cupos, porque eso es atentar contra el futuro y la ilusión de un estudiante y su familia. Es una actividad ilegal: “Estamos dispuestos a que como institución, escuela y facultad, nos investiguen y llevar el proceso hasta las últimas consecuencias. Necesitamos pruebas verídicas y estamos dispuestos a recibirlas. Cualquier prueba que exista de un proceso de venta de cupos en la Facultad de Medicina debe ser presentada”, dice. Informa que irán a la Fiscalía para que se investigue la Facultad de Medicina, porque el nombre de la institución debe estar resguardado. |
Recuerda Pachano que hace 20 años ingresaban a la Facultad de Medicina 500 bachilleres al año cuando había alrededor de 500 profesores en la facultad. Ahora la realidad es otra: “En los últimos años la curva de jubilaciones ha ido en aumento igual que la de renuncias por los bajos sueldos y el poco incentivo socioeconómico que tienen los profesores, al punto que la facultad tiene menos de la mitad de los profesores que tenía hace dos décadas. Hace tres años ingresaron casi dos mil personas en un año, y solo había aproximadamente 240 profesores, quienes están distribuidos en materias básicas, clínicas y preclínicas”, explica.
El problema de tanto contenido práctico en las materias básicas pudo resolverse medianamente al ampliar la parte teórica para manejar la masificación.
A su parecer, la época de oro de la facultad fue cuando había prueba de admisión porque era un filtro adicional para la selección, pero ahora es la única Facultad de Medicina que no tiene prueba de admisión, al tomar en cuenta las directrices del Consejo Nacional de Universidades. Las demás universidades autónomas sí tienen establecidas pruebas internas de selección.
Otros inconvenientes
| Alternativas posibles | |
El profesor Freddy Pachano asegura que para estudiar Medicina es necesario un buen rendimiento académico y dedicación exclusiva. No todo el mundo es apto para cursar esa carrera, por lo cual, a su parecer, el Gobierno debería ofrecer a través de las universidades autónomas otras alternativas a la Medicina. Algunas pueden ser: técnicos auxiliares de laboratorio o de enfermería, técnicos en emergenciología, paramédicos. Para ello, habría que contratar nuevo personal y ampliar los espacios, algo imposible con tantas deficiencias presupuestarias. |
El decano Osorio Morales afirma que la tasa de jubilación es mayor a la de ingreso de personal, debido a que la falta de presupuesto impide reponer cargos mediante el fondo de crecimiento natural. Se podría resolver una parte importante del problema con más profesores y la ampliación de la infraestructura; no obstante, eso no sería oportuno pues existe otro obstáculo externo en el cual no hay mucho que hacer: cuando los alumnos avanzan deben desarrollar las preclínicas y las clínicas en los hospitales, donde existe una capacidad limitada menor a la de la facultad.
El ideal es tener 12 estudiantes por cada profesor y no 60, pues los hospitales se colapsan. Explica Freddy Pachano que han tenido problemas con los directores de hospitales porque no aceptan tantos estudiantes, además ningún profesor en su sano juicio permitiría que el mismo paciente sea examinado por 60 estudiantes.
A esto debe sumársele que los profesores de los centros de salud también se están jubilando y que los espacios hospitalarios están ocupados además por estudiantes de Medicina Comunitaria, impartida por el Gobierno a través de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
